Controles de ph y cloro

Los controles de pH y cloro son pilares fundamentales en el mantenimiento de piscinas. El pH mide la acidez o alcalinidad del agua, mientras que el cloro se encarga de eliminar bacterias y mantener la higiene. Mantener un pH adecuado entre 7.2 y 7.6 es esencial para garantizar la eficacia del cloro y prevenir irritaciones en la piel y los ojos.

Por otro lado, el cloro debe mantenerse en niveles óptimos, generalmente entre 1.0 y 3.0 ppm (partes por millón), para asegurar la desinfección efectiva del agua. Realizar pruebas periódicas y ajustar los niveles según sea necesario garantiza un ambiente seguro y saludable para quienes disfrutan de la piscina.